martes, 7 de abril de 2015

Ahora o nunca; Primer día de rodaje: 24 de Abril de 2011






   
“Uno puede apoyarse sobre su puesto, pero no sentarse en él” (Erich Kastner)

    Empezamos a preparar la estrategia para la primera batalla. La primera secuencia trata de jerarquías.  Trata sobre un guionista novel que, con su guión escrito bajo el brazo, queda con un actor conocido y admirado en un Café de Madrid para que éste participe en su proyecto de forma altruista. En la secuencia se intenta expresar como las jerarquías cambian en función de las relaciones personales.

Los actores.

Necesitábamos cuatro actores. El guionista, el actor conocido, la actriz amiga del guionista y la camarera. El guionista lo interpretaría un servidor, lo teníamos claro, el papel era muy indicado. A continuación pensamos en el actor conocido. Debía ser un galán objetivamente guapo. Pensamos en varios actores pero ninguno nos terminaba de convencer. Entonces Esteban pensó en Juan Pablo Di Pace. Yo no lo conocía y Esteban me mostró en Youtube sus trabajos. Me convenció al instante. Esteban sabía de él por su mejor amigo, Isaak Gracia, bailarín y coreógrafo, que había trabajado con Juan Pablo en el musical de Fiebre del sábado noche que se estrenó en la Gran Vía madrileña.

Conseguimos su teléfono y hablamos con él. Le enviamos el guión de la secuencia y las referencias que queríamos para la puesta en escena. Sinceramente, he de reconocer que no estaba seguro si llegaría a aceptar. Juan Pablo era (y es) una persona con mucha experiencia como actor, cantante y bailarín. No sólo ha trabajado aquí en España en teatro musical y series como Los hombres de Paco o  Física y química, si no también en producciones de la BBC en Londres, con actores de la talla de Colin Firth (El discurso del rey), Billy Zane (Titanic) o Meril Streep (Adaptation, Mamma mia, entre muchas otras…) Actualmente ha interpretado a Jesucristo en la nueva serie de la NBC A.D. The Bible continues. ¿Aceptaría trabajar gratuitamente en un proyecto independiente de tales características? Esperaríamos su respuesta con impaciencia. 
Mientras tanto, pensamos en la actriz que interpretaría a la actriz, amiga del guionista. Esta chica debía ser también, por cuestiones de guión, objetivamente bella y sensual. En un primer momento, pensamos en nuestra amiga Lara de Miguel, una muy buena actriz. Conocida, entre otras muchas cosas, por trabajar durante muchos años en la serie Compañeros. La llamamos, pero nos dijo que estaba embarazada, de cuatro meses creo recordar. Nos alegramos por la buena nueva, pero no pudimos contar con ella. El personaje que debía interpretar no estaba embarazada ni podía tener indicios de compromiso alguno.

Seguimos buscando. Nos recomendaron una tal Sara Gómez, que había trabajado en series como A ver si llego, Los quién o Tierra de lobos. Vimos su trabajo y desde luego, cumplía con creces el perfil. La llamamos pero se encontraba fuera de Madrid y no estaría para las fechas de rodaje. 
Estaba encantada con el proyecto y nos dijo que contáramos con ella para otra ocasión. Sin problema. Sin duda, lo haríamos…

Esteban y yo, pensamos en Erika Sanz antes de este proyecto, ya nos rondaba por la mente para Mientras llega Esperanza. Ella es conocida por trabajar mucho en televisión, en series como Un paso adelante o Águila roja. Una tarde, Esteban me dijo que Amaranta Ausín (Impresionante coreógrafa, bailarina y amiga nuestra) es, a su vez, amiga de Erika y que podría mediar entre ella y nosotros para hacerle llegar el proyecto. Se nos iluminó el rostro y no lo pensamos dos veces. Le enviamos el guión y esperaríamos su respuesta. 
Por último, nos quedaba la actriz que interpretaría a la camarera y pensamos directamente en Mikele Urroz, una muy buena actriz a la que en su momento le hicimos el videobook y que a priori, ya intuimos que interpretaría el papel estupendamente. Nos pusimos en contacto con ella de nuevo y le enviamos todo el material para que pudiera valorarlo.

Y las respuestas llegaron. Todas positivas. Todos estaban dispuestos a hacer la secuencia. Esteban y yo, contentos e ilusionados como dos niños pequeños, cerramos el reparto.

La localización.

Algunos meses antes de que naciera Fuera de Foco, me llamó Ana del Arco, (Otra de las actrices de la peli), diciéndome que estaba metida en un proyecto de un corto, Entrevista, para el festival Notodofilmsfest y que necesitaban un buen operador con cámara propia para el proyecto. No era remunerado pero yo acepté enseguida, no solo porque esas fechas las tuviera libres, si no porque también era una oportunidad de conocer gente interesante. Nunca sabes con qué o quién te puedes encontrar. Seguí mi intuición y no me equivoqué.

Una de las localizaciones del cortometraje era el Café Madrid, un bar cerca de la puerta del Sol, de aspecto rustico y elegante, me encandiló nada más entrar. Hablando con Héctor Melgares, uno de los actores del corto (Y posteriormente actor en Fuera de Foco) hablamos sobre el lugar, me dijo que él trabajaba allí de vez en cuando y que conocía al dueño y que él había mediado para poder grabar allí. Entonces le hablé de la peli y Héctor enseguida se mostró interesado. Pero no hablamos muy en profundidad. Estábamos en medio de un rodaje y teníamos que estar cada uno a lo nuestro, Héctor en su papel y yo en mi cámara.
Pasaron tres o cuatro meses hasta que vino toda aquella idea alocada de Fuera de foco y fue entonces cuando llamé a Héctor. Cierto es que mi objetivo de esa llamada era conseguir que hablase con el dueño, Josué, para que nos cediera altruistamente una mañana de fin de semana para que pudiéramos grabar la primera secuencia de la película, pero también tenía la intención de decirle que quería contar con él como actor. Mientras trabajé en Entrevista, pude apreciar su interpretación y me lo imaginé en un par de papeles para la peli. Quería aprovechar a Héctor y éste nos dio mucho más de lo que esperábamos.

Al par de días, Héctor me confirmó por mail que teníamos el Café Madrid. Una nueva explosión de alegría para Esteban y para mi. Consideré oportuno ir allí para conocer a Josué, el dueño del bar, para hablar con ellos directamente y darnos confianza mutua. Josué no tuvo problema en cedernos el bar para la grabación. Por otro lado, también queríamos echar un vistazo para saber en que parte grabaríamos y tener mejor consciencia del espacio para poder componer posteriormente los planos.

Por fin, teníamos un sitio para grabar. Fijamos fecha de rodaje. El Domingo 24 de abril rodaríamos la primera secuencia de Fuera de Foco.

El material técnico.

Nosotros solo disponíamos de la cámara con el adaptador M2 y ya está. No teníamos más. Éramos conscientes que debíamos alquilar más material técnico que era indispensable para grabar la secuencia con unas mínimas condiciones aceptables. En eso nos ayudaron nuestros compañeros de la productora Ibismedia. Iván, Rafa y Agustín, siempre estaban ahí para ayudarnos en todo lo que podían. Les dijimos que necesitábamos material del que no disponíamos, para rodar el proyecto. Alquilamos una caja de luces  (tres focos; dos Fresnel de 300 W y un cuarzo de 1000 W.), un micro Senheisser 4:16 con pértiga (que después utilizarían los chicos de sonido junto con su equipo y su otro micro) un trípode donde colocar la cámara cuando tuviéramos que hacer planos fijos y un monitor (Combo) para conectarlo a cámara y poder ver las secuencias mejor y así advertir los fallos que pudieran producirse.

Los ensayos.

Pese a saber que el reparto era muy bueno y adecuado, necesitábamos trabajar con los actores y hacer ensayos. Ver el subtexto de la secuencia, las dudas con el texto, las motivaciones, el perfil del personaje…

El fin de semana anterior al Domingo de rodaje, quedamos todos en mi casa. En un  principio, Esteban y yo teníamos claro que no queríamos agobiar a los actores ni hacerles perder el tiempo más de lo necesario. Quedaríamos con ellos a media mañana y estaríamos ensayando con ellos un par de horas o tres, antes de comer.

Fue después de comer cuando nos llevamos una grata sorpresa. En contra de lo que acordamos (Ensayar con ellos hasta la hora de comer) los actores decidieron que, si no nos importaba a Esteban y a mi, seguir ensayando un rato más, trabajando frases e intenciones. Por supuesto, ambos directores estábamos encantados. Era signo de que se encontraban cómodos y para nosotros era lo más importante. Todo fluía suavemente.
El primer día de rodaje.
Todos estábamos nerviosos, sobre todo Esteban y yo. Ya no había vuelta atrás. Rodábamos la primera secuencia de Fuera de foco y teníamos que grabar todos los planos previstos en el guión técnico en el tiempo que prometimos a todos.

Así pues, a las ocho de la mañana fue llegando la gente. Al llegar Esteban y yo con todos los bártulos (Focos, monitor, cámara, etc…) ya se encontraban allí prácticamente todos; Dani y José Luís (sonido), Manuel Coronado (foto), Javier John (script, rácor y producción), Héctor Melgares (Producción y posteriormente actor en la tercera secuencia de la peli) y los actores.

En honor a la verdad, he decir que poco antes de comenzar la batalla (la tarde anterior) sufrimos una baja; la maquilladora. Me llamó para decirme que no podría asistir al rodaje. Se encontraba enferma pidió disculpas por algo por lo que no debería haberlo hecho. La salud es lo primero. Claro está, a Esteban y a mi nos sentó mal, fue una pequeña herida de guerra antes de ir al frente, pero son circunstancias que entendemos y que por supuesto debíamos aceptar sin ningún problema. Le deseamos una pronta recuperación y fuerza para afrontar la siguiente secuencia.

Con algo de vergüenza, comentamos a los actores que no había maquillaje. Sin bien es cierto que nosotros, lo único que queríamos de maquillaje en esta secuencia es que no hubieran brillos y que todos tuviésemos unas caras frescas y naturales, también lo era que el hecho de no tener maquilladora nos hacía más difícil estar atentos de esos brillos y de esas posibles imperfecciones que pudieran surgir. Una vez más, los actores nos sorprendieron. Todos aceptaron la baja sin preocuparse. Estaban completamente inmersos en la filosofía de lo que supone hacer una peli independiente con un presupuesto ínfimo. Juan Pablo Di Pace trajo motu proprio maquillaje base para cine y Erika también trajo lo suyo y sencillamente, entre los actores, nos maquillamos mutuamente.

Empezamos a grabar. Teníamos hasta la hora de comer y, conforme al tiempo que nos dieron, hicimos el plan de rodaje. Mientras Esteban montaba la cámara, Manuel iba sacando focos y componiendo luces, Dani y José Luís encendían el Macbook con el Software de sonido Protools, Javi escribía en la claqueta la primera toma… cada uno a lo suyo para trabajar en equipo.

Nos ceñimos al plan de rodaje que habíamos hecho anteriormente para que todo fuera como la seda y realmente, hubo pocos problemas y los que hubo, con fácil solución. Terminamos, como prometimos a Josué, a la hora de comer. Todos contentos. Josué nos ofreció alegremente hacer unas chuletas de cerdo, hacer unas ensaladas y celebrar allí mismo que todo había salido bien con una comida conjunta. Aceptamos encantados.

Aquella tarde, comimos, reímos y nos hicimos varias fotos de equipo. Esteban y yo nos abrazamos y nos miramos a los ojos. No hacía falta palabras. Ya no había vuelta atrás. La primera batalla la habíamos ganado.

                                                 José Manuel Montes.
                                                                                    






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